En épocas en las que no existían acciones, bonos ni instrumentos de inversión sofisticados, se invertía adquiriendo propiedades o commodities como el oro, plata y hasta granos de cereales o leguminosas. En esta crisis financiera internacional los commodities han sufrido por la menor actividad en diversos sectores: el sector construcción castiga la demanda del cobre, hierro y acero, el sector automotor la del acero, caucho y plomo y el de consumo masivo origina recortes en producción industrial y menores despachos, reduciendo la demanda de petróleo. ¿Qué pasará con los commodities en el 2009?
Como complemento a los paquetes de ayuda financiera de Bush, Obama ha anunciado que invertirá 700,000 millones de dólares en proyectos de infraestructura pública. China, la Unión Europea y muchos países en desarrollo también han anunciado paquetes agresivos de inversión en infraestructura pública. Estos proyectos influirán principalmente en la demanda y precios de commodities como el acero, cobre y aluminio, pero se espera que el efecto se sienta en el segundo semestre del 2009. En cuanto al petróleo, si bien la demanda bajó por la crisis financiera internacional, a nivel estructural, seguimos en una crisis energética global.
Algunos analistas estiman que los precios del petróleo subirán hacia fines de año y que en el 2010 sentiremos nuevamente los efectos de la crisis energética, la cual no se arreglará hasta que las fuentes alternativas de energía no estén más desarrolladas.
Asimismo, el comportamiento del oro ha sido excepcional en el 2008, en relación con cualquier otro commodity por lo que muchos analistas estiman que pasará los $1,000 por onza en el 2009. Tras miles de años en la historia del comercio mundial, seguirá siendo para muchos la inversión más segura.