Estás entrevistando a candidatos para cubrir un puesto de nivel profesional en su empresa y dentro de la terna hay una mujer. Parece ser buena profesional y con similar experiencia que los otros dos candidatos, pero el jefe con quien ella trabajaría prefiere que se contrate a un hombre. Recuerdas que en otros puestos de este tipo, las mujeres han tenido licencias prolongadas cuando han dado a luz y luego, por la atención que tienen que darle a sus hijos, no se pueden quedar con frecuencia más allá de la hora de salida, no pueden hacer trabajo de campo en ciertas zonas con más riesgos y como generalmente resultan más susceptibles que los hombres, algunos colaboradores con estilos de trato algo rudos, tienen que “medirse” cuando trabajan junto a una dama. Te quedas pensando, pues conoces también casos de muy buenas colaboradoras que destacan más que sus pares hombres y por otro lado, para ciertos puestos, sabe que a las empresas les va mejor contratando a mujeres. ¿Cómo convencer a tu reporte directo que le conviene aceptar a una mujer calificada? ¿Es la inclusión de género solo una obligación “para la foto” o algo que le hace bien a la empresa?
Las mujeres tienen un rezago de miles de años en la historia de la humanidad, pues recién en las últimas décadas comenzaron a gozar de los mismos derechos que los hombres: en el Perú, recién en 1955 empezaron a ejercer su derecho a votar en elecciones, pero en Arabia Saudita recién desde este año -sin embargo, aún ese país no se les permite conducir automóviles-.
Estigmas Sociales
Si bien las mujeres han ido ganando terreno y poco a poco, han empezado a gozar de los mismos derechos que los hombres, prevalece aún en la sociedad una cultura machista, de relegar a la mujer a un segundo plano dentro del mundo laboral y productivo, como si la obligación del cuidado de los hijos y el hogar en general fuese más de ellas y no una responsabilidad de a dos. Según una encuesta de Latinobarómetro realizada entre 20 mil ciudadanos (hombres y mujeres) en 18 países, la mayoría de latinoamericanos cree que el lugar para la mujer es el hogar, que los hombres son mejores líderes y que ellas no deberían ganar más que los hombres.
En 1970 la cadena de televisión norteamericana CBS iba a lanzar una nueva comedia con la entonces reconocida actriz Mary Tyler Moore. El personaje principal, Mary Richards, era una mujer joven y soltera, interesada no en establecer una familia, como cualquier otra heroína de TV contemporánea, sino en progresar en su carrera profesional. En estudios de mercado que se hicieron en EE.UU. antes de lanzar el show, Mary era vista como una “perdedora”. Sin embargo, desde que se lanzó el programa en setiembre de 1970 y durante los 7 años que estuvo al aire, se convirtió en un rotundo éxito.
Las mujeres en las empresas
Según una encuesta de LHH-DBM, el 7% de las mujeres que trabajan en las empresas del Perú tienen cargos gerenciales, siendo ese porcentaje de 22% en los hombres. En cuanto a los sueldos, según un estudio de la consultora Mercer, los hombres gerentes ganan en promedio un 8% más que sus pares mujeres.
Ciertos puestos donde las mujeres suelen ser mejores
Por su cuidado en los detalles, intuición y mayor orden, hay puestos en los que tradicionalmente las mujeres se desempeñan mejor que sus pares hombres, como es el caso de atención al público, control de calidad, psicología y enfermería. Asimismo, las mujeres suelen ser más disciplinadas y responsables, dándose menos al alcohol y placeres mundanos que sus pares hombres, trabajando muy duro por sus hijos, especialmente en casos de madres solteras.
El lento avance del aporte de las mujeres al desarrollo mundial
Los premios Nobel se establecieron en el año 1895 y la primera mujer galardonada fue Marie Curie, quien en 1903 obtuvo el premio Nobel en Física. De los 874 premios Nobel entregados por la Academia Sueca hasta el 2015, 49 fueron otorgados a mujeres, lo que equivale solo al 6%. Sin embargo, del 2006 al 2015, el porcentaje de mujeres galardonadas con el Nobel fue del 13%.
De las patentes en el mundo registradas desde 1637 hasta mediados del siglo pasado, solo 2% fueron de mujeres. Sin embargo, el 18% de los patentes registradas en el 2010 en EE.UU. fueron de mujeres. Algunos países del Medio Oriente y Africa, de un total de 42 países, no reportan patente alguno con nombres de mujeres.
Según un reciente estudio de McKinsey Global Institute, si las mujeres del mundo tuviesen las mismas oportunidades que los hombres, lo que es conocido como “paridad de género”, se podrían añadir 28 billones de dólares (US$ 28´000,000 Millones) en PBI global hasta el año 2025.
¿No habría la humanidad seguramente alcanzado el desarrollo mucho antes si hubiésemos tenido más Marie Curies, Simon de Beauvoirs o Margaret Tatchers, pero en las épocas de Leonardo da Vinci, Adam Smith o Issac Newton? Pensar en la inclusión y equidad es bueno antes de rezagar a una mujer para contrataciones, ascensos o encargos estratégicos en la empresa, pero también pensemos que solo por un tema probabilidades, si la mayor parte de oportunidades se las seguimos dando a los hombres, estaremos seguramente desaprovechando muy buenas oportunidades de generación de valor.